lunes, 11 de julio de 2011

Luz


La luz es una de las razones más poderosas para vivir aquí. El Mediterráneo es un lugar privilegiado, el eco de la luz rebota en cada rincón y saca todos los matices del día. Sé que es opinable, que para gustos los colores, pero hay días en que esa luz de la que hablo se mete incluso dentro de mí y me deja mirar para adentro. Me gusta saber que hasta los recobecos más oscuros es capaz de llegar uno de esos haces de luz y ser como la sal de la comida. Sé que esa luz la ve mucha más gente. Pero últimamente mi madre se ha metido a pintora, y los pocos cuadros que lleva acabados hasta ahora, captan esa luz de la que hablo. Esa luz para mí es un hogar, el lugar dónde siempre puedes estar sin miedo, protegido, relajado. Mi madre es lo mismo. Se ha juntado el pan y las ganas de comer, que diría ella misma. Viendo su cuadro, y asumiendo la parte de pasión de hijo, me he sentido doblemente abrazado.

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